Un minuto de silencio
Sí, sólo un minuto, nada más por favor. Eso es lo que necesitas. Que tus teclas no se muevan, que tu respuesta no sea la más rápida.
Deja que tu mente haga su proceso, que reciba la información, que la analice, que la compare, que busque si es verdad o no, que investigue, que piense qué sería si ella fuera el receptor.
Sí, te angustia ser el primero, el que lo dijo antes, el que lo dijo más duro o más doloroso, el que lo dijo sin “miedo” a ofender.
Todos estamos ahí o hemos estado y lo hemos sufrido, sin pensar, gatillo en mano, matamos un pedacito de un ser humano. ¿Nos hizo mejores?
Sí, estás preparado para responder, ¿pero para escuchar?
Que no muera una amistad, un corazón, un romance, un sueño, una condición especial, un ser humano.
Por favor, es mejor un minuto de silencio antes que después.